El Internet en México está en peligro

Imagina que el Internet es como una ciudad: un territorio por el que transitas todos los días camino al cine, a la casa de tus amigos o a tu restaurante favorito. Si el espacio es libre, puedes ir a donde te dé la gana para llegar a cualquiera de estos lugares con la misma facilidad.

En un territorio sin neutralidad, las rutas favorecen a ciertos lugares privilegiados, llevando mayor flujo hacia ellos o incluso bloqueando el paso hacia el resto. Nuestros caminos están delimitados por alguien más.

Actualmente somos capaces de recorrer el ciberespacio de manera libre. Sin embargo, perder la neutralidad de la red implicaría que los proveedores de Internet tengan las facultades para decidir qué aplicaciones, contenidos o servicios funcionarán más rápido o cuáles pudieran estar restringidos para ti.

Hoy te es posible leer esta nota en Contextual, un medio independiente sin fines de lucro, sin problemas. Sin neutralidad de la red, quizá la plataforma tardaría tanto en cargar que terminarías por cerrarla para elegir algún otro medio mejor posicionado que cargue más rápido.

Esta dinámica podría privarte de espacios de diálogo, de entretenimiento, de información o hasta de hacer memes a gusto. El Internet que usas todos los días podría volverse un lugar de opacidad, impunidad y censura. En pocas palabras, un grupo privilegiado podría decidir la información que consumimos.

¿Te has fijado que los paquetes de las compañías telefónicas incluyen “datos ilimitados” con ciertas aplicaciones como WhatsApp o Facebook? Al final terminas utilizando esas apps por conveniencia: porque funcionan más rápido, vienen ya instaladas, o al menos no se van a acabar tus datos.

Cuando los datos de tu paquete se terminan, estas aplicaciones son lo único que funciona, y te ves obligado a revisar la ubicación de un restaurante en Facebook porque no marcha tu buscador, o investigas una noticia en Twitter porque no te cargan los periódicos.

Esos paquetes existen porque las telefónicas crean alianzas comerciales con otras empresas como Facebook para hacer que sus servicios sean más atractivos o accesibles que los de sus competidores. Sin embargo, no lo hacen para beneficiar a los usuarios, sino con la finalidad de afianzar sus monopolios.

Además, cuando usas estas plataformas, suelen recoger tus datos personales (muchas veces sin tu consentimiento total) para vendérselos a gente que no conoces, y que puede no querer lo mejor para ti. Terminamos siendo —forzosamente— consumidores o productos. ¿Te imaginas que todo el Internet en México sea así?

Después de cinco años de desconocer sus obligaciones con respecto a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión de 2014, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) anunció el miércoles 18 de diciembre un anteproyecto que pretende acabar con la neutralidad de la red: el principio que dicta que los proveedores de acceso a Internet, como Telmex o AT&T, deben de transportar el flujo de datos sin favorecer o perjudicar a ninguna aplicación, plataforma o servicio en particular.

Si este proyecto pasa, los proveedores de Internet podrán darle un trato preferencial a quien pague por ello o les favorezca. El Internet, como lo conocemos en nuestro país, cambiaría para siempre. No permitamos que esto suceda. Tenemos hasta el 6 de marzo para participar en la consulta pública del IFT. Entra a salvemosinternet.mx y suscribe a las observaciones del anteproyecto que proponen las 34 organizaciones involucradas. Mantengamos al internet como un lugar plural y diverso.