¿Cuáles son los criterios de un agente de seguridad del Estado mexicano para detener a una persona? Testimonios e informes apuntan al racismo institucional.
Lectura de 6 min.
Si eres moreno o negro y vives en México, lo más probable es que tengas alguna o varias historias qué contar sobre encuentros con autoridades policiacas, militares o migratorias. Aunque existe poca documentación oficial al respecto, diversos estudios de organizaciones civiles defensoras de derechos humanos y varios testimonios apuntan a que en México las autoridades que detienen lo hacen utilizando un perfilamiento racial.
“Mis rasgos son afroamericanos, mi mamá era afroamericana, mi papá blanco, tengo más que nada los rasgos de mi mamá. En el estado de Yucatán mi experiencia siempre ha sido muy mala, independientemente de los retenes, con la seguridad pública en general del estado, en cualquier parte”, contó a Contextual Anthar Francisco Lara Amoros, un chef que actualmente trabaja en el restaurante Pujol en Ciudad de México.
Lara Amoros trabajó en Mérida, Yucatán, como chef ejecutivo del Grupo Solis, y a pregunta expresa de cuántas veces era detenido en los retenes de dicho estado responde: “El 100 por ciento. —¿En todas las ocasiones?— Sí, en todas, vamos a poner: el 80 por ciento”.
¿Te detenían mucho en la calle?
Sí, demasiado, demasiado. Pero pues es el modus operandi del sistema de seguridad pública en el estado de Yucatán, porque por el simple hecho de estar caminando te detienen: ‘¿Qué haces? ¿A dónde vas? ¿De dónde vienes? ¿Desde cuándo vives aquí? ¿Por qué estás caminando?’, siempre buscando un pretexto para aplicar el abuso de autoridad.
¿Crees que los policías usan el perfilamiento racial en sus detenciones?
Sí, claro, hasta ellos mismos te lo dicen. Ellos como parte de su protocolo tienen instruido detener o hacer esta famosa ‘inspección de rutina’ a todo aquel que no aparente ser yucateco y ellos te lo dicen.
– ENTREVISTA A ANTHAR FRANCISCO LARA AMOROS
El de Anthar no es un caso aislado, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha documentado que la identificación de personas migrantes en los operativos del Instituto Nacional de Migración (INM) «está basada en criterios subjetivos y discriminatorios como perfiles raciales, el olor o la percepción de nerviosismo».
Morenos, migrantes y trabajadores
En años recientes al menos tres casos han abierto el debate sobre los criterios que usan los agentes del Estado para detener a alguien, dos de ellos sucedieron en destinos turísticos en un contexto donde es evidente un sesgo racial y clasista. El primero de éstos fue el de Victoria Esperanza Salazar Arriaza, una migrante salvadoreña que murió en manos de la policía de Quintana Roo en marzo de 2021, en Tulum, por «alterar el orden público»; el segundo caso quedó documentado en este video, con la detención de un joven trabajador moreno por no llevar cubrebocas en Cancún, también en Quintana Roo. Ambas detenciones sucedieron en destinos turísticos donde abundan los turistas blancos, ruidosos y sin cubrebocas.
El tercer caso sucedió en Jalisco, en junio de 2020. Giovanni López, un albañil, murió después de ser detenido por tres policías por no llevar cubrebocas. El uso brutal de la fuerza pública por una infracción tan menor generó indignación y se desató una ola de protestas en el estado que fueron, a su vez, reprimidas por el gobierno.
La información oficial sobre el tema del perfilamiento racial en las detenciones es prácticamente nula. Amnistía Internacional (AI) realizó en 2017 el estudio Falsas sospechas, detenciones arbitrarias por la policía en México, para el que entrevistaron a 25 personas que son o fueron operadores de justicia, así como a seis detenidos de forma arbitraria. El documento concluye que las detenciones arbitrarias suceden «principalmente contra aquellas personas que enfrentan situaciones históricas de discriminación, con una preocupante afectación a hombres jóvenes que viven en pobreza».
En el mismo informe, la ONG abunda en la necesidad de que el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) elabore estudios sobre las actitudes discriminatorias de los cuerpos de policía en México y exige que se genere un plan de trabajo para abordar estos sesgos en las detenciones.
Morenos, migrantes y trabajadores
En años recientes al menos tres casos han abierto el debate sobre los criterios que usan los agentes del Estado para detener a alguien, dos de ellos sucedieron en destinos turísticos en un contexto donde es evidente un sesgo racial y clasista. El primero de éstos fue el de Victoria Esperanza Salazar Arriaza, una migrante salvadoreña que murió en manos de la policía de Quintana Roo en marzo de 2021, en Tulum, por «alterar el orden público»; el segundo caso quedó documentado en este video, con la detención de un joven trabajador moreno por no llevar cubrebocas en Cancún, también en Quintana Roo. Ambas detenciones sucedieron en destinos turísticos donde abundan los turistas blancos, ruidosos y sin cubrebocas.
El tercer caso sucedió en Jalisco, en junio de 2020. Giovanni López, un albañil, murió después de ser detenido por tres policías por no llevar cubrebocas. El uso brutal de la fuerza pública por una infracción tan menor generó indignación y se desató una ola de protestas en el estado que fueron, a su vez, reprimidas por el gobierno.
La información oficial sobre el tema del perfilamiento racial en las detenciones es prácticamente nula. Amnistía Internacional (AI) realizó en 2017 el estudio Falsas sospechas, detenciones arbitrarias por la policía en México, para el que entrevistaron a 25 personas que son o fueron operadores de justicia, así como a seis detenidos de forma arbitraria. El documento concluye que las detenciones arbitrarias suceden «principalmente contra aquellas personas que enfrentan situaciones históricas de discriminación, con una preocupante afectación a hombres jóvenes que viven en pobreza».
En el mismo informe, la ONG abunda en la necesidad de que el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) elabore estudios sobre las actitudes discriminatorias de los cuerpos de policía en México y exige que se genere un plan de trabajo para abordar estos sesgos en las detenciones.
Actitud Sospechosa
¿A quiénes detiene más la policía? No se sabe con claridad porque las corporaciones no transparentan datos adicionales para establecer el estatus económico o la apariencia de los detenidos. Lo que sí se sabe es que la mayoría de los presos en las cárceles mexicanas son trabajadores de oficios de ingreso bajo: como artesanos (23.1%), operadores de maquinaria (13.8%), trabajadores de labores elementales y de apoyo (13.3%), y de actividades agrícolas y ganaderas (8.1%), según datos de la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL) 2021. Y en un país donde la pobreza está fuertemente relacionada con el tono de piel, sólo hay que hacer las matemáticas.
Los conceptos como “actitud sospechosa” son con frecuencia utilizados por policías en declaraciones recabadas para informes como los de AI sobre las detenciones arbitrarias que realizan. Pero, ¿qué define una “actitud sospechosa”? De entrada, la apariencia física. Existen múltiples testimonios de personas racializadas que hablan del constante acoso que sufren por parte de elementos de las fuerzas del Estado.
“Subieron [al autobús] dos agentes de Migración e inmediatamente me señalaron a mí y sólo a mí", dijo Ebony Marie Bayley, una estudiante de la UNAM de origen afroestadounidense, al medio AJ+ Español en este video sobre las detenciones de personas racializadas por parte del INM. En la misma entrevista, Bayley explicó que en un grupo de WhatsApp que tenía con personas negras extranjeras, muchos compartían consejos para evitar ser detenidos por la policía en México.
Este racismo institucional arraigado en las fuerzas de seguridad mexicanas debería estar siendo atacado y revisado por los gobiernos, pero el desinterés es tal que ni siquiera existen cifras oficiales sobre el perfilamiento racial. Con todo, aún sin éstas, se puede afirmar que en México las personas racializadas son las que más sufren detenciones, y es una realidad que se impone a la indiferencia gubernamental.
Sobre el perfilamiento racial en México
Ángel Plascencia
21.ene.22