'Notas y Recuerdos' — 4

Hablar o silenciarse es un dilema que nos ocupa en este país donde el chisme es deporte nacional. De ahí que tengamos un abanico de frases y dichos que lo exploran: “el que calla otorga”, “en boca cerrada no entran moscas”, “el pez por su boca muere” o “primero cae un hablador que un cojo”.

Entre decirlo y no decirlo, cabe un mundo entero. En ese espacio inmenso el periodismo logra triunfar de forma heroica o estancarse en su fodonguez.

La cobertura de las manifestaciones del 19 de enero en contra la urbanización de La Huasteca dan muestra de algunos vicios que persisten en la prensa local. De entrada, la descripción de hechos reproducida ad inifnitum en todos los sitios de los periódicos. De fondo, el problema de siempre: qué se dice y qué no.

Sobre lo que sí se dijo, vale la pena retomar la obsesión que tienen los medios en México por pasar lista en las notas informativas. Al encuentro fue el Gobernador, en el desayuno estuvo el Alcalde, se vio al Senador afuera de las oficinas. Compartir los itinerarios de nuestros gobernantes sirve de muy poco si se omite el contexto. Si no sabemos por qué estaban ahí y qué hicieron en el sitio, ¿de qué nos sirve esta información?

El Norte hizo gala de su know-how de periodismo de sociales al publicar en su nota impresa prácticamente un censo de toda la gente “importante” que asistió. El centro debía ser la protesta, pero no aparece en el artículo ni una sola cita directa de ciudadanos… bueno, sólo aparece la del “ciudadano Cosijoopii” (quizá por flojera, quizá por conveniencia, El Norte lo trata como vocero de la ciudadanía en este tema). También mencionan a unos ejidatarios que fueron y algo dijeron, pero pues quién sabe qué.

La Jornada tuvo un poco más de recato en su impulso de revista Chic. “Participaron legisladores federales como Samuel García de Movimiento Ciudadano y Hernán Salinas del PAN, así como diversos diputados locales”, lo que sea que diversos quiera decir en esta oración.

Contra todo pronóstico, Milenio salió mejor librado del vicio de pase de lista. “A este evento acudieron políticos, diputados locales, federales, senadores, activistas, quienes también exigieron a las autoridades estatales y federales frenar las construcciones ilegales que se están haciendo en el lugar”. Esta oración mantiene el centro de la nota —de pinches cuatro párrafos— en la protesta y no en las figuras que fueron a limosnear capital político. En suma, nos dice a qué fueron y en ese sentido nos permite saber qué esperar de las fotos oportunistas que nuestros representantes subieron a redes sociales.

Se podrá alegar que omitir los nombres es una falta, pero a ver, seamos sinceros, ponerlos sólo alimenta una discusión pública que se obsesiona por los dimes y diretes. La diferencia entre mencionar nombres de políticos que asistieron a la manifestación, y la fotito o story que ellas y ellos suben a sus redes, es prácticamente nula. El pase de lista coloca a las figuras políticas en una posición privilegiada porque ahora ni siquiera van a tener que rendir cuentas por sus palabras.

Esta omisión de voces lejos de ser un esfuerzo por huir de la declarocracia (una inercia nociva en el periodismo en nuestro país que fue descrita por Gideon Lichfield, quien fuera corresponsal de The Economist en México), legitima las declaraciones que virtieron los políticos en redes sociales. Ninguno se comprometió a nada desde sus canales oficiales, sólo mostraron pruebas de que fueron y se curaron en salud.

Por otro lado, para tener un contexto más sólido sobre el tema se antoja necesario saber qué dicen las partes involucradas. Reforestación Extrema fue la única asociación civil con voz y Fernando Elizondo —un político que perdió la gubernatura primero como candidato del PAN, luego como candidato de Movimiento Ciudadano al declinar a favor de El Bronco— también tuvo su espacio en los periódicos en calidad de Presidente del Consejo del Parque Nacional de Cumbres Monterrey.

Sin embargo, al “villano” en cuestión nadie le preguntó nada. ¿Qué dicen los desarrolladores implicados en Valle de Reyes? Es más, ¿quiénes son? ¿Qué piensan los otros empresarios de la construcción en la ciudad? La manera en que la prensa ha tratado el tema de Valle de Reyes en 2019 y 2020 se siente más como una continuación de lo publicado en 2008, como si en 12 años no hubiera pasado nada más. Los principales involucrados en esclarecer la controversia permanecen en el olvido, no basta con cubrir protestas o denuncias ciudadanas; armar el rompecabezas detrás del desmonte en La Huasteca es una deuda de la prensa local.

A Julio Scherer le achacan la frase «si el diablo me ofrece una entrevista, voy a los infiernos». Lo que no dijo Scherer es que para llegar a ese punto primero hay que jugar a la Ouija un buen rato hasta contactarlo y todo parece indicar que nuestra prensa le sigue sacando la vuelta.

Por lo pronto, ¡miren que bonito arte con todos esos políticos tan preocupados por el desarrollo urbano y el medio ambiente de Nuevo León!

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Notas y recuerdos es un espacio para masticar lo dicho y publicado en los medios de comunicación locales (o no). Ojalá y no nos leamos en la próxima entrega.