Ignacio Villarreal: El protocreativo regiomontano

Llevo cuatro años buscando a Ignacio Villarreal Junco. Sus huellas digitales están sobre los emblemas de esta ciudad y, sin embargo, él no parece estar en ninguna parte. Todo comenzó en un chat con un amigo en el que intercambiábamos nuestra dieta mediática diaria. Le contaba qué sitios visito por hábito informativo.

— Después de los sitios de noticias, me gusta visitar Kottke, Metafilter, Mediagazer y a veces también reviso ArtDaily, que tiene un diseño como de principios del 2000 pero me gusta que cubre el arte como nota diaria.
— ¿ArtDaily?
— artdaily.com
— Ah, mira. Qué bien, es un sitio hecho por regios.
— ¿Qué?
— Sí, mira hasta abajo, en el directorio.

Hice un scroll down violento, llegué al final del sitio en donde estaban los nombres de sus creadores y colaboradores: «Fundador: Ignacio Villarreal».

Apellido es geografía. Bueno, no siempre. Pero con un apellido como Villarreal, sí es el caso, y la geografía es Monterrey. Estaba frente a un sitio web que cubre el arte internacional de forma noticiosa, diariamente, en inglés, desde 1996, con personal regiomontano. Para que se entienda, frente a una rareza. ¿Quiénes eran estos promotores del periodismo de arte que habían creado «el primer periódico de arte en la web»? Como habitante de una ciudad cuya industria editorial ha desaparecido secciones enteras de cultura o, en el escenario optimista, las ha puesto a compartir espacio con un crucigrama o un sudoku el asunto me intrigaba, demasiado.

Me impresionó el bajo per l con el que Art Daily se había mantenido operando desde 1996, me intrigaba el gesto elitista (y muy regiomontano) de comunicarse con su audiencia en inglés, me intrigaba su interés exclusivo en el acontecer de las capitales de la compra-venta de arte, me intrigaba su omisión de la escena mexicana, nacional y local.

Estaba dispuesto a averiguar más sobre este proyecto que representaba con exactitud la idiosincrasia regiomontana. Tuve que aplazar el misterio porque hice un descubrimiento todavía más insólito: el sitio web personal del fundador de Art Daily, Ignacio Villarreal Junco.

Ignaciovillarreal.org es un compendio de su trayectoria –principalmente como creativo publicitario– entre las décadas de 1960 y 1990. Este currículo de logotipos, eslóganes, identidades corporativas y spots de televisión es un recorrido por la memoria colectiva de Monterrey. Villarreal podría jactarse de haber diseñado buena parte de los recuerdos de generaciones de regiomontanos y fundamentar este mérito con evidencia contundente.

A continuación, cinco de sus trabajos que dan una idea de su influencia en el imaginario regiomontano.

Dentro de los tres proyectos que él señala como sus predilectos, destaca el diseño del uniforme que utilizó la Selección Mexicana en aquella copa del mundo, recordado por el uso del Calendario Azteca en la camiseta.

«Tuve la oportunidad de colaborar con Enrique Borja, en aquel entonces presidente de la Federación Mexicana de Futbol y aunque todas nuestras conversaciones fueron vía telefónica, mi relación con el que fuera ídolo del futbol mexicano fue siempre cordial y afectuosa. Un gusto trabajar con él», comenta en su sitio web.

Consciente del carácter fundamental de su trabajo en la cultura de la ciudad, Villarreal encargó a su webmaster que lo primero que aprendamos al entrar a su página web sea que gracias a él existe el himno de Rayados. Y el logotipo también.

«En ese año me habían contratado los hermanos Rivero Santos, Don Jaime y Don Manuel para cambiar la imagen del equipo. Ellos eran en esa época Presidente y Vicepresidente del Monterrey. Es más, el equipo todavía no tenía patrocinador. Yo les ofrecí hacerles un logotipo y toda la imagen gráfica (que resultó ser la “M”) y dadas la amistad y la confianza con Luis Aguilé, les prometí que el enorme compositor argentino–español, haría un himno. Y lo hizo. Además, Aguilé no cobró absolutamente nada. Esa es la verdad», afirma Villarreal en un testimonio también publicado en su página.

Sólo después de los imborrables jingles de El Pollo Loco y Julio Cepeda, dos de los spots que Villarreal realizó para el Grupo Financiero ABACO están presentes en la memoria de todos los regiomontanos: por ejemplo, el comercial navideño en el que Aguilé canta «por eso y muchas cosas más, ven a mi casa esta navidad». El otro, un montaje con escenas de la estresante vida oficinista, aliviadas por el uso de la canción “Don't Worry, Be Happy”, de Bobby McFerrin. Aquello fue en 1990, desde entonces la publicidad televisiva en Monterrey no ha conocido mejor época a nivel de ideas y valores de producción.

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El alarde de emblemas norteños en el portafolio de Villarreal no se reduce a estos casos. También se encuentra la campaña del cuatrocientos aniversario de la ciudad, el logotipo de Borregos del Tec de Monterrey y la identidad de MARCO, Museo de Arte Contemporáneo.

Si Ignacio Villarreal ha aportado tanto a los medios del diseño y la publicidad, ¿por qué no es un referente actual? ¿Por qué
no está dando conferencias en simposios? ¿Por qué no tiene el reconocimiento de su gremio?

Luego de varios intentos de localizarlo y contactarlo, mis respuestas son meramente interpretativas. Es probable que Villarreal no siga vigente, ni sea conmemorado en su rubro debido a que el diseño y la publicidad en Monterrey son tradiciones atípicas. Las agencias de diseño y publicidad imperantes (Anagrama, Cadena y Asociados, Manifiesto Futura, Menosunocerouno, Face, Savvy–Studio) son empresas de primera generación, sus fundadores no heredaron el oficio de sus padres y, al comenzar de cero, han tomado como cánones y referentes extranjeros. Ignacio Villarreal fue creativo cuando este oficio no era el equivalente a un rockstar, sino una profesión desconocida para la comunidad.

En esta ciudad, el periodista, el arquitecto, el médico y el empresario saben quién estuvo antes que ellos. ¿Sabe el creativo regiomontano quién es Ignacio Villarreal? ¿Es importante que conozca su trabajo? Llevo cuatro años intentando entrevistarlo para preguntarle, entre otras cosas, si está consciente de que es el padre no reconocido de la publicidad en Monterrey.

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Artículo originalmente publicado en la revista Residente (hoy desaparecida) de Monterrey en su número 79, año 2014.